Por: Mariana Pérez, Presidenta Nacional de la Asociación Femenil de Ejecutivas de Empresas Turísticas de la República Mexicana (AFEET)
(Exclusivo para Trade News)
A principios del año pasado nadie podría haber dimensionado los desafíos a los que enfrentaría la industria de viajes y de hecho en el mundo entero. Nunca habíamos experimentado este tipo de condiciones laborales, restricciones en la vida y preocupaciones sobre nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
Terminamos el primer trimestre del 2021 y nos hemos podido dar cuenta que, si bien este año íbamos a experimentar la reactivación de nuestra industria, esta ha sido de manera lenta y va a seguir dependiendo de muchos factores, como son el levantamiento de restricciones de movimientos, miedo por nuevas olas de contagios, aplicación de vacunas, percepción que también preocupa a los turistas, entre muchos otros.
Según algunos estudios mencionaban que la recuperación del sector turístico sería gradual y no alcanzaría una situación de normalidad hasta mediados o inclusive finales del 2021.
Y estos estudios han sido acertados, hemos visto cómo se han empezado a realizar viajes de primera necesidad, un ejemplo podría ser la aplicación de vacunas en Estados Unidos.
En agosto posiblemente se active nuevamente el sector hotelero con los viajes nacionales derivado de las vacaciones de verano, como fue Semana Santa. Los viajes corporativos podrán empezarán a repuntar durante el segundo semestre, así como los eventos que se tuvieron que posponer. En diciembre de este año, por fin, empezará a crecer (poco a poco) el turismo internacional.
Un factor fundamental de esta reactivación es analizar y conocer cómo serán los nuevos patrones de viaje de los turistas. El confinamiento ha hecho que muchas personas se replanteen sus relaciones sociales, la forma en la que trabajan y cómo planifican y consumirán sus viajes.
Desde pequeños detalles como la forma en como interactuamos, el consumo online que vino para quedarse, la imposición de cierta distancia social en lugares públicos. Inclusive se habla de que habrá que definir medidas de distanciamiento en las playas.
También se habla de un crecimiento de la demanda de destinos menos concurridos y más sostenibles. Una demanda de productos turísticos con mayor flexibilidad para cambios. Mejores seguros de viaje, crecimiento de la demanda de actividades de aventura en la naturaleza y en espacios al aire libre.
Y, por si fuera poco se aumentarán las reservas de última hora y grupos más pequeños para excursiones.
Todos estos patrones coinciden en prever qué es importante analizar que nos permita replantear las estrategias, productos de cara al nuevo consumidor de viajes y tratar de cubrir todas estas nuevas necesidades, que definitivamente un año atrás no hubiéramos considerado.
En AFEET estamos tratando estos temas con nuestras asociadas para que estén preparadas para esta nueva realidad turística.