POR: Vicente Ferreyra Acosta**

En 1995 en Lanzarote, España, un grupo de líderes plantearon 12 principios guía para un turismo sustentable: un turismo más respetuoso con los ecosistemas, más enfocado en lo social y con visión a largo plazo.
De esa fecha al día de hoy muchas cosas han cambiado; la primera, y tal vez la más importante, es que hace 26 años eran pocas las personas que hablaban de turismo sustentable y pocos los turistas que abrazaban este concepto como una forma de viajar. Hoy la sustentabilidad es un tema muy extendido y existen un sinnúmero de herramientas e iniciativas para que no tengamos pretexto para avanzar decididamente hacia un turismo sustentable.
Desde hace algunos años el interés por este tema venía siendo importante, y no hay duda de que la pandemia por COVID – 19 ha catalizado y acelerado el proceso de inclusión de criterios de medio ambiente, económicos y sociales en el desarrollo turístico.
Recordemos que antes de COVID – 19 el turismo crecía a niveles nunca antes vistos; 2019 fue el año más importante para el turismo a nivel internacional, pero por otro lado, se empezaba a demostrar con hechos y con datos reales impactos negativos importantes de esta actividad.
El turismo es responsable del 8% del total de emisiones de CO2, genera 35 millones de toneladas de residuos sólidos por año, y consumos de agua de hasta 600 litros por huésped noche. En materia social, el crecimiento del turismo en playas, destinos de ciudad y áreas naturales protegidas, ha provocado un fenómeno llamada overtourism, es decir, el rebase de la capacidad de los sitios lo que ha traído consecuencias graves, incluidos los cierres de algunos sitios.
Por esto no es extraño que hoy los cuatro grandes temas en los cuales el sector turístico en su conjunto está actuando son: cambio climático, a través de la Declaración de Glasgow en la cuál las empresas pueden comprometerse a liderar el camino hacia un turismo de bajas emisiones; economía circular y la eliminación de plásticos de un solo uso (para referencia, vale ver el compromiso de Accor lanzado en el One Ocean Summit en febrero); la gestión adecuada y reciclaje de agua, y por supuesto la gestión y manejo de visitantes en destinos con ecosistemas o condiciones sociales y culturales frágiles.
Las acciones del sector avanzan hacia la sustentabilidad, pero también avanza el interés del turista en el tema; hoy tenemos un turista más digital, más sostenible y más consciente, y así lo han revelado estudios como el Megatrends de Skift, que indica que casi el 60% de los millenials y la generación Z preferirían una empresa de turismo sustentable, o el reporte de Booking.com que identifica que la pandemia ha hecho que el 50% de los viajeros hayan cambiado positivamente sus hábitos, y que en México, el 82% de los turistas están pensando viajar de una forma más sustentable.
Lo que es claro es que la sustentabilidad se ha vuelto EL TEMA; quien no está inmerso en la sustentabilidad, quien no trabaja para alcanzarla y quien no la comunica se quedará fuera de mercado y presenta mayores riesgos de ir perdiendo competitividad. Y a pesar de que hay algunas empresas y destinos generando acciones, la oportunidad de posicionarse como líder aún sigue siendo muy alta, lo que hay que aprovechar.
A través de este artículo les motivo a que se sumen a estos esfuerzos y a que aprovechen esta tendencia; les invito a que nos sigan en Sustentur (www.sustentur.com.mx) para estar informados de primera mano de lo que sucede en el sector y a que nos acompañen del 31 de agosto al 3 de septiembre en León, Guanajuato, en la sexta edición del Sustainable & Social Tourism Summit, el evento de turismo sustentable y social más importante de Iberoamérica.
Vicente Ferreyra Acosta