Se refiere a un proyecto innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica que garantiza el desarrollo sostenible de la localidad.
Así como las ciudades inteligentes, el término destino inteligente (DTI o Smart Destination) es algo que escucharemos en los próximos años como proyectos turísticos. Se refiere a un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino y mejora la calidad de vida del residente.
La transformación hacia un destino turístico inteligente supone la revalorización del destino a través de la innovación y la tecnología, dando cómo beneficios: aumento de la competitividad, gracias al mejor aprovechamiento de sus recursos turísticos y a la identificación y creación de otros; mejora en la eficiencia de los procesos de producción y comercialización; impulso al desarrollo sostenible del destino en sus tres vertientes: medio-ambiental, económica y socio-cultural; mejora de la calidad de la estancia de los visitantes y de la calidad de vida de los residentes.
Sin embargo, para ser un destino inteligente se necesita una estrategia turística puntual enfocada a ese objetivo, para así ser base para la dinamización económica del territorio garantizando sus efectos positivos a largo plazo.
Cómo lograrlo
Este es un proyecto, que no es de la noche a la mañana, sino que requiere un crecimiento sustentable y continuo para ver sus beneficios después de años de trabajo, por lo mismo, Alfredo Molina, asesor financiero y de organismos multilaterales de Deloitte, recomienda que sea una planeación y ejecución a niveles privados y gubernamentales. Siendo la iniciativa liderada por organismos y entidades y desarrollos privados con estructura para que coordinen y adapten modelos de negocios con otros actores,para que no exista la traba del presupuesto gubernamental.
Y aunque suene a una estrategia en la que se deba invertir en tecnología plenamente, de acuerdo con Molina. la clave está en la planeación y visión, la cual se tiene que alinear hacia dónde queremos llegar como ciudades inteligentes, definir el servicio a ofrecer, el punto para ser reconocido, y a los turistas a los que se quiere llegar. Después de eso, se debe de plantear qué tipo de tecnología se necesita para alcanzar esos objetivos, y así mejorar la la experiencia del viajero y la calidad de vida de los locales.
Alrededor del mundo ya son muchos destinos que han adoptado esta estrategia, Singapur, Montreal, Dubai, Barcelona, entre otros. En México existe un ejemplo de destino inteligente que podrían seguir otros, se trata de Tequila, que principalmente fue desarrollado e ideado por Mundo Cuervo.
Federico Arteaga, consultor y experto en ciudades inteligentes, director de planeación del Grupo José Cuervo, asegura que los destinos inteligentes no son exclusivamente para las ciudades aunque así se piense, sino que pueden adaptarse a playas, pueblos mágicos, entre otros. “Nosotros seguimos 200 metodologías para desarrollar el modelo y estrategia del destino Tequila. Seguimos las herramientas de dti de España, Es un tema de urbanización táctico, un sistema de información, control turístico, y crecimiento controlado y sustentable. La clave principal es pasar de modelos de reacción a pesar a modelos de prevención.”
“Hay que aprovechar todos los elementos, está la tecnología, los recursos, solo falta la iniciativa, y la normativa que es esencial. Hay que pasar de la idea al proyecto”, recomienda Arteaga.
Los retos
Sin embargo, algunos de los retos para desarrollar más DTIs en México sería justamente realizar esa conversión, que más allá de voluntad, requiere arreglos institucionales, modelos de negocio, y legislación, además de buscar la sostenibilidad y asegurar que no se violan ningunos datos personales, ya que la recopilación de data es uno de los retos más grandes con los que se enfrentan las ciudades y destinos inteligentes.