Implementar planes sustentables y sostenibles a las empresas generan beneficios más allá de la retribución a la comunidad o medio ambiente que pueden significar mejor reputación de la marca y relación con proveedores y clientes
Las estrategias de sustentabilidad en las empresas tienen un beneficio para el medio ambiente, comunidad, y también para la gestión de la organización que beneficiará la relación con proveedores y consumidores.
Actualmente, estas estrategias deben de ser adoptadas por las marcas y empresas para mejorar su reputación y lealtad entre sus clientes, principalmente entre las nuevas generaciones por su cambio en los hábitos de consumo y la apuesta por la economía circular.
El perfil de los nuevos consumidores se caracteriza por ser cívico, con pensamiento crítico, coherente con sus pensamientos y responsable de sus actos, comprometido con el medio que le rodea, y busca la colectividad frente al individualismo. De acuerdo con un estudio GlobalWebindex, 60% de millennials (22-35 años) están dispuestos a pagar más por productos ecológicos y sostenibles, seguidos por el 58% de la Generación Z (16-21) y el 55% de la Generación X.
“Todas las empresas, si es que quieren permanecer en el largo plazo, deben incluir, en su plan de negocio, una estrategia que les permita, a cada una, desde su trinchera y de acuerdo a sus posibilidades, tener una gestión adecuada de sus recursos, no solo en lo que se refiere a las contribuciones ecológicas o sociales, sino también en cuanto a las condiciones de sus colaboradores”, asegura Rocío Canal, líder de Sostenibilidad en Deloitte México.
“Para establecer una estrategia de negocios sustentable, no importa el tamaño de la empresa ni los recursos económicos con los que cuente; lo más relevante es alinear su giro y operación a esta visión de bienestar común. El punto de partida es conocer quién eres, entender a dónde vas y cómo generas valor agregado con la operación de tu negocio. Para establecer una estrategia de negocios sustentable, no importa el tamaño de la empresa ni los recursos económicos con los que cuente; lo más relevante es alinear su giro y operación a esta visión de bienestar común. El punto de partida es conocer quién eres, entender a dónde vas y cómo generar valor agregado con la operación de tu negocio”, recomienda la experta.